26 de julio de 2012

De retrasos, viajes, disculpas y demás.

Cada cierto tiempo, uno jamás es capaz de averiguar cuánto, llega a suceder una catástrofe en nuestra vida y, si piensas que eres la excepción, recuerda que esta es una regla IRROMPIBLE. 

Pues bien, el periodo de mi crisis se remonta al miércoles pasado, no el de esta semana sino el anterior a, en el cual recibí una fatídica llamada que echó por tierra todos los planes relacionados con la redacción de los tres fan fictions que desarrollo y, cabe mencionar, son mi adoración. Sorpresivamente, en menos de tres horas me encontré durmiendo en el sillón de la sala de espera de un hospital, de las nueve de la noche a las tres de la madrugada, ante la mirada indignada de todos los presentes, quienes me veían roncar sin mayor reparo o angustia, a pesar de mi situación. 

De ahí en adelante, numerosos acontecimientos, algunos hermosos y otros no tanto, se fueron desenvolviendo de manera que, aún contra mi voluntad, me fue imposible publicar los capítulos correspondientes a sus respectivas fechas de publicación. Es hasta hoy, queridos lectores, a estas veintitrés horas con dieciséis minutos hora México, que me es posible volver a comunicarme con ustedes. Más adelante, les hablaré más detalladamente acerca de mi travesía de diez días alejada del mundo del fan fiction y sus allegados; mientras tanto, reanudo la redacción, esperemos ahora sí, ininterrumpida de capítulos. Que los disfruten y una enorme disculpa para todos los afectados a esta situación. 

Saludos y besos.

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