16 de diciembre de 2011

Confesión


Confesión by Diana Harlu Rivera on Grooveshark 
 
 

El día siguiente, que era domingo, Bill Kaulitz despertó de una manera que, si bien ya había soñado antes con ella, jamás se imaginó que ocurriría así. Entre sus brazos se encontraba una mujer que no era ni su novia, ni su esposa: no había manera en la que él describiera la relación que ambos guardaban, sin embargo, lo que sí podía describir era a ella, una criatura de cabello negro y fino que le llegaba hasta la espalda, de piel blanca como la leche, dentadura de perlas, nariz de luna y labios de rosa. 

Respiraba suavemente, completamente en calma mientras él, a su lado, no podía creer su buena suerte; aún así, algo lo inquietaba, mismo que la noche anterior le había impedido avanzar más allá con aquella mujer. Esa mañana, sin embargo, se sentía bien. Por primera vez en mucho tiempo, aspiró profundamente el aire matutino de su habitación con toda la capacidad de sus pulmones, percibiendo en el ambiente las suaves notas del aroma de Alice: vainilla y pera. Lentamente, acercó su nariz a la cabeza de ella, a la parte más alta de la misma, para poder inhalar esa fragancia abrumadora una vez más, sin embargo, mientras lo hacía, ella despertó.

-Buenos días-sonrió él, sin poder evitarlo.

-Buenos días...-respondió la mujer, arrastrando las palabras al hablar a causa del sueño-Hm... dormí bastante bien-

-Ya somos dos-río el mayor de los hermanos Kaulitz, estrechando entre sus brazos a la mujer que había entre ellos, la cual sonrió ante este gesto.

-Bill... tengo que hablar contigo-susurró la criatura, sin dejar de sonreír. Ante tal gesto, Bill no se sintió en absoluto preocupado: si ella seguía sonriendo, lo que iba a decirle no podía ser tan malo.

-Claro, ¿De qué tenemos que hablar?-inquirió él con calma, sin dejar de abrazarla.

-Es acerca... de mí-musitó la humanoide, sus ojos tiernamente cerrados a causa de los rescoldos de sueño que aún quedaban en ellos-Sobre... quién soy-

Alarmado, el hermano menor de Tom comenzó a sospechar de qué iba todo eso. Quizá ahora, de último momento, resultara que Alice era una reportera, columnista de alguna revista que se había hecho pasar como una encargada de mercadotecnia para cruzarse con él, para llegar a este punto y conocer acerca de su vida, con el propósito de escribir más tarde un artículo acerca del misterioso vocalista de Tokio Hotel.

-Bill yo...-
-¿Para qué revista es?-quiso saber él, dolido.

-¿Disculpa?-replicó ella, sin saber de qué se le estaba hablando.

-¿Para qué revista trabajas? ¿O es que piensas escribir un libro sobre mí?-insistió el hombre, sintiéndose más ofendido a cada segundo que pasaba.

-Bill, no...-contestó la chica de cabello negro, despertándose por completo ante semejante muestra de agresividad-¿Podrías guardar silencio durante un momento, por favor?-

-Hmm... lo intentaré-repuso él, sin prometer nada.

-Te dije que era algo acerca de mí-le repitió ella, intentando ser paciente-Sólo que... necesito que seas muy comprensivo, que me creas pero sobre todo, que no te asustes-

-¿Asustarme?-inquirió él nerviosamente, despegándose de la criatura.

-Quédate muy quieto, ¿Está bien?-le pidió ella, antes de proceder a su demostración.

Durante los siguientes cinco minutos, Alice le demostró a Bill la manera en la que podía correr a través del globo terráqueo entero sin cansarse, levantar su cama con una sola mano y sin esfuerzo alguno, hacer toda clase de cálculos mentales, hablar sobre cualquier ciencia que desease, cortarse y que no le doliera, sumergir la cabeza en agua durante tiempo indefinido y no quedarse sin aire, quemarse y que su piel no sufriera daño alguno, meter las manos en hielo y que no se le acalambraran o se le pusieran moradas: todas estas fueron pruebas que dejaron al vocalista de Tokio Hotel completamente sin habla así como totalmente aterrorizado, ¿Qué clase de criatura era Alice? Atónito, el cantante no tenía palabras para expresar su asombro.

-Eres... eres...-

-Soy una humanoide-le confesó ella, antes de proceder a explicarle de dónde provenía, quién la había creado y todos los estudios que habían tenido que darse para que pudiera existir. Eso sí, fue muy cuidadosa de no hablarle de la existencia de los otros humanoides, puesto que sentía que no se encontraba preparado para la noticia. De igual manera, omitió información sobre su matrimonio con Briant así como de cuál era su misión esencial.

Media hora más tarde, Bill seguía sin poder entender mucho de lo que ella le había dicho mas al mirarla y observar la preocupación que se reflejaba en su rostro, no pudo evitar recordar el cariño que sentia por ella, lo feliz que lo hacía sentir. Así que, sin importarle su origen, si era completamente humana o no, se acercó a ella en un solo movimiento y de manera inesperada la besó en los labios.

-Está bien-contestó él, sonriendo abiertamente, sin despegar su rostro del de ella. Para sorpresa de Alice, las cosas habían marchado mejor de lo que ella jamás hubiese imaginado. Enternecida ante la reacción de Bill, no pudo evitar devolverle el beso.

-Gracias-musitó contra sus labios-Gracias por aceptarme tal y como soy...-

-No hay de qué-contestó el showman-Pero ahora, hay una pregunta que quiero hacerte-

-Dime-respondió la humanoide, separándose durante un momento de él. Inconscientemente, ya sabía lo que Bill le iba a preguntar.

-Alice Project-enunció él de manera formal, mirándola a los ojos.

-Mia Alice Project-lo corrijió ella, ante lo cual el hombre se sorprendió-Ese es mi nombre completo-

-Bueno... Mia Alice Project-volvió a enunciar él, sin poder parar de sonreír-Sé que llevamos muy poco tiempo de conocernos pero...-

-¿Bill?-lo interrumpió la humanoide, ante lo cual el vocalista se puso nervioso. Hecho una maraña de nervios, espero para que ella continuara hablando-¿Quieres ser mi novio?-

Sonriente, el cantante no podía contener la emoción. A pesar de que las cosas no habían salido como él lo tenía planeado, el resultado iba a ser el mismo.

-Claro que sí-contestó él de inmediato, sin poder creer lo que ella le pedía.

-Fabuloso-expresó Alice, acercándose a Bill para abrazarse a él. Eternamente feliz, el músico no sabía ni qué decir.


1 comentario:

Itzel dijo...

¡Awwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww! ¡Mi vida!...

:3

¡Qué bonito!...¿Y ahora, qué va a pasar? :S ¿Va a pasar algo muuuuuuuuuuuy malo? :/

Sube pronto!

S.K