18 de diciembre de 2011

Dolido



Dolido by Diana Harlu Rivera on Grooveshark 
 
 

En aquél mismo momento, mientras Alice y Bill se hablaban el uno al otro de sus sentimientos, en una habitación no muy lejana un hombre de aproximadamente un metro ochenta y cinco centímetros de estatura, barba rala y apretadas trenzas negras apenas iba despertando, completamente desnudo, difícilmente cubierto de sus partes íntimas por una sábana de seda que descuidadamente le habían colocado ahí. El sujeto, quien comenzó a abrir sus ojos lentamente, parpadeó con dificultad durante unos segundos, antes de levantarse a medias del colchón con las palmas de ambas manos sobre la superficie del mismo. Desganandamente, se giró hasta quedar sentado, con la espalda apoyada contra la cabecera de la cama al mismo tiempo que pensaba acerca de los pendientes que tenía para aquella mañana en específico.

Primeramente, debía ir a trabajar a Elite. Tenía unas cuantas sesiones programadas para ese día, así como un par de compromisos editoriales que no podía posponer; satisfecho ante la idea de encontrarse con sus demás compañeras de trabajo, la mayoría de las cuales ya habían pasado la noche en su cama y eran sus "buenas colegas". Dolido ante la noticia de que la señorita Umbrose no se encontraba sola, el entristecido guitarrista había recurrido a la peor estrategia para deshacerse de sus males: la de tener sexo con cantidad de mujeres.

Sabiendo que Annya no lo recibiría de vuelta, el mayor de los hermanos Kaulitz se hizo a la idea al día siguiente de un photoshoot que había tenido con Frances, de que tendría que volver a sus viejos hábitos de dormir con todas las mujeres que le fuera posible para mitigar su dolor o, como lo denominaba Fabiho, "comer hamburguesas".

-Es sencillo, hombre-comenzó el mejor amigo de Hagen, un día que Bill le pidió que le explicara aquella expresión que tenía tan arraigada-¿Qué es lo que haces cuando te comes una hamburguesa?-

-Hmm... ¿Me alimento?-inquirió el menor de los gemelos, observando de manera inocente el rubio de sonrisa brillante.

-Algo así; dicho correctamente: comes. Comer es ingerir alimento así, a lo buey, con el propósito de satisfacer nuestras necesidades biológicas. Alimentarse es distinto; alimentarse es ingerir todo lo que el cuerpo necesita para funcionar en condiciones óptimas-explicó Fabiho-Con las mujeres pasa lo mismo: puedes dormir con muchas, para sólo llenar tus "necesidades biológicas", tomando de esto y de aquello para ver qué llena ese vacío emocional que tienes... o encuentras una mujer que valga completamente la pena y te alimentas de ella-
En palabras de Fabiho, lo que Tom había estado haciendo desde aquél photoshoot con Frances hacía cerca de una semana, era comerse a cualquier mujer que se encontrara. Para desgracia de su herido corazón, el día del photoshoot, cuando ya se disponía a comenzar a coquetear formalmente con Frances, un inesperado visitante entró sin anunciarse a la habitación.
Allí, en un perfecto traje negro Hugo Boss se encontraba el dichoso Dorian, mismo que clamaban los tabloides de noticias era el nuevo "cariñito" de Umbrose. Con la vista fija en la pelirroja, así como la de ésta en el hombre de cabello medianamente largo y barba perfectamente rasurada, la pareja se observó durante largo tiempo en silencio, ante los suspiros enternecidos de los presentes, quienes no podían quitarles la vista de encima. Tom, por el contrario, había evitado mirarlos: no podía resistirse ante el hecho de que Frances Umbrose le pertenecía a alguien más.

Debido a eso, decidió que abandonaría de manera temporal el caso Umbrose, sabiendo que tarde o temprano ella y su "novio" de turno llegarían a romper. Así eran las relaciones en el mundo de la farándula. Se amaban, se casaban, se divorciaban y terminaban peleando legalmente en una corte por obtener la mayor cantidad de beneficios económicos surgidos a partir del rompimiento cíclico y repetitivo de la pareja. Tom sabía que no sería la excepción con Umbrose y su "amorcito".


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