11 de diciembre de 2011

Refugio


Refugio by Diana Harlu Rivera on Grooveshark



Dormido en su elegante departamento ubicado en la parte más acaudalada de Los Angeles, Bill Kaulitz roncaba suavemente, en una suerte de ritmo musical, completamente tranquilo y sin preocupaciones en su mente hasta que, de manera súbita, algo sonó dentro de su cabeza de manera persistente hasta que, lentamente, él comenzó a despertar del sueño, observando de manera abstracta la imagen de la notificación electrónica que le avisaba acerca de la presencia de un visitante en la planta del recibidor del edificio. Extrañado, de inmediato supo que no podía tratarse de nada bueno, puesto que todos sus amigos tenían la clave para acceder al departamento como si fuesen habitantes de él y no huéspedes. Para más, grande fue su sorpresa cuando en su holocomunicador apareció la imagen en directo de la criatura que quería verlo, con su nariz de líneas perfectas enrojecida en su punta, sus mejillas encendidas a causa del frío aterrador que hacía afuera y los ojos llorosos. 

De un salto, el mayor de los hermanos Kaulitz se puso de pié de inmediato, autorizando el paso a aquella mujer a la que tanto amaba, a pesar de que se encontraba en pijama y recién levantado. En silencio, esperó hasta que el ascensor llegara hasta su piso y una vez ahí, se quedó completamente quieto cuando ella se arrojó a él, apenas verlo, para tomarlo entre sus brazos, derramando sus lágrimas sobre el cuerpo delgado que sostenía de manera ansiosa. Temeroso, él se preocupó porque pudiesen haberle hecho algo.

-¿Alice?-musitó débilmente, como si lo que estaba ocurriendo no fuese real-¿Qué haces aquí?-

-No tengo a donde ir-confesó la figura de piernas largas sin preámbulos, gimiendo su dolor-Y necesito un lugar donde quedarme esta noche-

Confundido, Bill no pudo evitar preguntarse qué era lo que podría haberle pasado a Alice para tenerla así; mas decidió no preguntar al ver el estado de ésta. Por otra parte, ella tampoco quería hablar sobre lo que acababa de ocurrirle: su situación resultaba penosa hasta para sí misma. Internamente, lo único que deseaba era que el hombre del que estaba enamorada le dijera que podía quedarse con él.

-Por favor-repitió ella pasado un rato, al ver que él no contestaba. En blanco, la situación le parecía tan inverosímil que el hombre no atinaba a hilar palabra.

-Por supuesto-repuso el vocalista, antes de pasar uno de sus brazos en torno a sus hombros delicados, envolviéndola en su abrazo. 

Al mismo paso, ambos comenzaron a caminar en silencio por el pasillo que conducía a la recámara de Bill; mientras él iba pensando en lo que podría haber sucedido para que Alice se pusiera así, la humanoide se dedicaba a observar cada uno de los detalles de la casa, que le conferían a la misma un aire de familiaridad que aquella que compartió con Briant durante algún tiempo nunca llegó a tener. Por alguna extraña razón, la humanoide creada por el doctor Richard Vo se sentía identificada con aquél lugar, en una especie de hogar. Lentamente, ambos iban avanzando hasta que, a sus espaldas, un ruido estruendoso de risas y una puerta estrellándose contra una pared llamó su atención.

De inmediato, humano y humanoide se encontraron con una extraña silueta a la distancia, la de un hombre alto y corpulento que llevaba colgado de su cuerpo otra figura, la cual, a la obscuridad de la habitación, era difícil distinguir. No fue sino hasta que ésta hubo hablado cuando finalmente supieron que aquél colgajo era una mujer.


1 comentario:

Itzel dijo...

¡Santa cachucha!

¿No me digas que es… es… es Frances con Tom? ¿Son ellos? Ö
¿Va a haber pleito entre las señoritas humanoides? ¡Santo Dios, eso lo tengo que ver!...
Pobrecita Alice, sentí feo :( pero bueno, llegó con Bill…. Ahora el problema es ver qué pasa si la que llegó con Tom es Frances…

Muy buen capi!
Besos!


S.K