5 de febrero de 2012

Misterio


Misterio by Diana Harlu Rivera on Grooveshark



De pié en el amplio cubículo del ascensor, ambos individuos se encontraban en un completo silencio, uno frente al otro, en los diferentes extremos del espacio. Con los brazos cruzados sobre el pecho, uno de ellos evitaba la insistente mirada del otro. Desesperada, la mujer que se hallaba ahí se encaminó hacia el panel de control del artefacto, buscando algún botón que le permitiera ascender más rápido.

-Vamos, maldita cosa...-musitó con su voz dulce, urgiendo al dispositivo-Muévete-

-No entiendo cuál es tu prisa-habló el hombre que se encontraba con ella, perfectamente tranquilo y agradecido de encontrarse a solas con la criatura.

-No es que tenga prisa, es que... tengo que contactar a Dorian-mintió torpemente, tardándose en buscar una excusa creíble que, por supuesto, él no se tragó. Sabía bien que le incomodaba su presencia; después de todo, no había vuelto a buscarlo después de aquél día.

-Ah-contestó él fingiendo tranquilidad, sabiendo que tenía el control de la situación-Por un momento creí que tu nerviosismo se debía a que no me has llamado últimamente... creí que después de lo de mi auto...-

-Cállate-lo interrumpió una enojada Frances Umbrose, moviéndose en menos de una micra de segundo hacia él, apuntándolo con su dedo índice en el pecho, de manera amenazadora y salvaje-Eso fue un error. ¡Sabía que no debía salir contigo! Arruinaste mi amistad con Annya, ahora tal vez esté en problemas con Dorian y abandoné a Lexie en un mar de gente, ¡todo es tu culpa!-

-¿Mi culpa?-repitió Tom Kaulitz entre risas, divertido por aquella situación: no era la primera vez que le pasaba-¿Quién me llamó aquella vez?-

-¡Me equivoqué! ¿De acuerdo?-gritó la pelirroja, completamente exasperada; aquella noche no podía terminar peor-Pero ahora... Dorian... ¿Qué voy a decirle?-

-¡Carajo!-gritó Tom, ahora comenzando él a desesperarse-¿Pues qué Dorian es tu novio, tu prometido, tu esposo o algo así? ¿Por qué te importa tanto el que sepa dónde estás?-

-¡Porque va a preocuparse si no me encuentra en el desfile!-chilló Frances, al borde del colapso-Tengo... tengo que volver por él y por Lexie... tengo que encontrarlos-

-¿Sabes qué? Estoy oficialmente harto-expresó el guitarrista, parando el ascensor mediante el botón de emergencia. Asombrada, la humanoide no tenía ni idea de lo que el músico planeaba hacer-Te voy a llevar a que los busques en el evento pero ni creas que te vas a ir con ellos a tu casa. Iremos, los buscaremos y te regresas conmigo-

-¿Y cuál es tu afán por tenerme en tu casa?-quiso saber Umbrose, sintiéndose halagada por el empeño que el mayor de los hermanos Kaulitz mostraba con respecto a que se quedara a pasar la noche con él.

-Annya te va a ir a buscar-contestó Tom, a sabiendas de lo que su loca ex novia podía estar tramando-Caerás en pánico al verla ahí, no serás capaz de tocarle un solo cabello si te ataca... necesitas a alguien que te cuide la espalda-

-Mientras no intentes cuidarme otras cosas...-murmuró la humanoide, viendo al humano que estaba con ella presionar el botón de "Estacionamiento" en el panel del ascensor.

-Esos son asuntos míos-le sonrió el guitarrista de manera lasciva.

Mientras tanto, en el otro ascensor, Bill Kaulitz y Alice Project se besaban apasionadamente, él con su cuerpo contra el de su mujer, la espalda de ésta última presionada contra la superficie metálica de una de las paredes del ascensor. A sabiendas de que nada resolverían preocupándose, decidieron dedicarse a aquello que tanto habían deseado desde el desfile. Súbitamente, en la mente del menor de los hermanos una alerta se dejó escuchar, mostrándole al vocalista que acababa de recibir un mensaje de texto de su gemelo. Consciente de la situación, el cantante supo que ésta vez no podía ignorarlo.

-Permíteme un momento-le pidió el front man a su novia, despegándose de ella para leer el mensaje con suficiente claridad mental como para entenderlo. Entre risas, el músico llegó hasta el final del texto.

-¿Qué dice?-quiso saber Alice, preguntándose el por qué de la risa de su novio.

-Tom va a llevar a Frances de regreso con Lagerfeld para ver si Dorian y Lexie siguen allí-rió Bill, contestándole mentalmente que no había problema-Dice que ella está encaprichada con encontrarlos-

-¿Con eso o con marcharse de aquí?-contestó la humanoide entre risas también, comprendiendo la reacción de Umbrose: no todos los humanoides eran afectos a convivir con humanos.

-De todos modos no creo que Thomas le sea de gran ayuda...-musitó el productor musical todavía riéndose, antes de volver a concentrarse en lo que estaba haciendo antes de que llegara el mensaje de su hermano-¿En qué estábamos?-

Veinte minutos más tarde, el sonido del ascensor llegando a piso sonó a través del recibidor principal del pent-house de los hermanos Kaulitz, con un satisfecho Tom y una enfadada Frances dentro de él. En el dormitorio, el oído extra fino de Alice le permitió conocer antes de que se anunciaran la llegada de la pareja y en seguida tanto ella como Bill se separaron uno del otro para ir a recibirlos, pretendiendo que nada había sucedido durante la ausencia de la humanoide y el guitarrista.

-¡Macky! ¡Hemos vuelto!-exclamó el mayor de los hermanos, feliz de la vida.

Pijama de Bill
-¿Y hubo algo?-inquirió Bill, avanzando hacia su gemelo, enfundado en una pijama de pantalón a rayas de franela color gris, una playera de algodón blanca y su pecho cubierto por un sencillo pero elegante suéter azul grisáceo. De la mano del cantante, venía su hermosa novia, una Alice Project de cabello suelto, sin maquillar y ataviada con una camisola negra de Victoria's Secret. Sorprendida por el aura de elegancia e informalidad que exudaban ambos, a Frances le sorprendió encontrarlos así.

-En absoluto-contestó Tom, para nada sorprendido por la imagen de su hermano y su cuñada: para él ya era rutinario verlos así-Cuando llegamos nos informaron que a Lexie se la había llevado Dorian a casa. Supongo que puede cuidarse sola-

-Lexie sólo tiene diecinueve años, para tu información-expresó Umbrose enfadada, sorprendiendo a Alice de nuevo: se suponía que todos los humanoides tenían la misma edad. O por lo menos así era en su grupo.

-Pero está con Dorian-apuntaló el guitarrista, intentando corregir su metedura de pata-Y tú me dijiste que él es muy responsable, ¿no es cierto?-

-En eso tienes razón...-consintió la humanoide, sintiéndose más tranquila al pensar en ese hecho-Puedo confesar que es una de las cualidades que más me gustan de él...-

-¿Lexie es tu hermana, Frances?-inquirió Bill, intentando darle un giro a la conversación.

Pijama de Alice
-No, es mi mejor amiga-contestó la pelirroja dulcemente, sonriendo de manera involuntaria: la alegraba hablar de Lexie-Pero la quiero como si fuera mi hermana-

-Eso es muy dulce de tu parte-repuso el cantante, antes de fingir un bostezo ruidoso para indicarle a los demás que ya era hora de irse a dormir; después de todo, ya eran más de las tres de la mañana-Vaya... disculpen. Lo que sucede es que estoy cansado... estos eventos siempre me dejan así-

-Te comprendo-replicó Frances de manera empática.

-Imagino que tú estás igual-puntualizó el menor de los hermanos Kaulitz, intentando parecer condescendiente con la pelirroja pero sin mostrar sus verdaderas intenciones-Será mejor que todos nos retiremos a nuestras respectivas camas. Thomas, supongo que no representa inconveniente para ti cederle tu  habitación a nuestra invitada por esta noche-

-Para nada-contestó el interpelado de inmediato, sus ojos brillantes a causa de la emoción. ¡Tendría a Frances Umbrose durmiendo en su casa! ¡En su recámara! ¡En su cama!-Es más, le mostraré el camino. Con su permiso-

Y así, la modelo y el músico, ambos sintiéndose nerviosos al saber que ya no había obstáculos que pudieran separarlos, desaparecieron de la sala de los Kaulitz, para dirigirse al dormitorio del mayor de los hermanos. En la puerta, la humanoide se quedó paralizada, tremendamente cohibida al saber que Annya, su única obstrucción, por fin había desaparecido del mapa.

-Así que...-musitó la dulce voz de Umbrose, intentando sonar casual a pesar del nerviosismo del que era presa-¿Tú duermes aquí?-

-Adentro, pero sí-rió Tom de manera natural-Todos los días-

-Me estás mintiendo...-murmuró Frances entre risas, abriendo la puerta de la habitación. Para su sorpresa, se encontró la cama tendida, el cuarto perfectamente arreglado, sin los restos de prendas de ropa interior de otras mujeres o el desorden de partituras del que Nikova alguna vez le había hablado a su mejor amiga con respecto al cuarto del guitarrista.

-Lo hago desde que estuve contigo-confesó el alemán, hablando con un tono tierno que la humanoide jamás le había escuchado. De inmediato, la criatura se volvió para verlo, incapaz de creer lo que éste le decía.

-Annya decía que tú...-

-Mira, lo que ella te haya dicho... ya no tiene validez. Puede que haya sido cierto antes pero... ahora es diferente-comenzó a hablar el músico, sin que nadie pudiese detenerlo-Sólo... sólo quiero estar contigo-

Enternecida ante las palabras del artista, la pelirroja quedó completamente fascinada por él. Sin embargo, no pudo evitar tener sus atisbos de dudas; Annya le había contado en repetidas ocasiones lo romántico que el mayor de los hermanos Kaulitz podía llegar a ser cuando se entusiasmaba en exceso. Viéndolo desde ese ángulo, la inteligente humanoide sabía que no debía dejarse engatusar por las palabras de Kaulitz.

-Tom...-

-Dame una oportunidad-la interrumpió, antes de que pudiera decir más-Conóceme primero-

-Veremos-contestó Umbrose con seriedad, antes de introducirse hacia la habitación. Dentro, sin pudor alguno, comenzó a desatar las cintas que mantenían el vestido asido a su cuerpo. Extrañado, el mayor de los hermanos Kaulitz se la quedó mirando sin saber qué decir durante largo rato.

-¿Qué...? ¿Qué haces?-inquirió el guitarrista, comenzando a ponerse nervioso.

-Me desvisto-contestó Frances con simpleza, deslizando el cierre que tenía el vestido por la espalda, dejando ver su piel inmaculada, el par de lunares perfectamente redondos que tenía debajo del omóplato izquierdo.

-¿Para qué?-musitó el músico con dificultad.

-Para dormir-replicó la humanoide, sin entender la cara de pasmo de Tom-¿Es que acaso no sabes que es  casi imposible descansar con ésta ropa puesta?-

-Ah... tienes razón-contestó él, su rostro iluminado por una idea macabra-De hecho, ¿necesitas ayuda? Esas cintas se ven un tanto... complicadas-

-¿Serías tan amable?-respondió la pelirroja con una sonrisa, sin conocer las lascivas intenciones del alemán. En silencio, se acercó a él antes de colocar sus manos sobre las del músico, posándolas después sobre un listón en específico, uno que hacía que el vestido se soltara por completo-¿Podrás?-

-Claro...-musitó Tom con placer, desnudando literalmente a la mujer de sus sueños. Lentamente, un bra strapless de tela negra apareció, dejando entrever los senos altivos y bien proporcionados de la criatura. Al borde del orgasmo, el productor no podía creer lo que estaba viviendo. 

-¡Thomas!-gritó una voz indignada, haciendo que tanto la humanoide como el músico voltearan a buscar a su escandalizado locutor.

-¡Macky!-contestó el mayor de los gemelos, lamentando internamente que aquél buen momento se hubiera interrumpido.

-¿Me puedes decir qué estás... haciéndole a nuestra invitada?-quiso saber el cantante, al ver la comprometedora escena.

-Me está desvistiendo-respondió Frances por Tom con una sonrisa en los labios. Al parecer su inocencia era la misma que la de Alice.

-Que gusto-repuso Bill sarcásticamente, cosa que avergonzó más a su hermano menor y al mismo tiempo hizo crecer la sonrisa de una cándida Umbrose que no comprendía la problemática allí existente- ¿Thomas, serías tan amable de acompañarme a la sala?-

-Con permiso-rumió el guitarrista, soltando a regañadientes la tela del vestido de la humanoide.

-Gracias por ayudarme con mi ropa-alcanzó a expresar la pelirroja, con una enorme sonrisa en su rostro. Tom era tan amable.

-Cuando quieras-le sonrió el interpelado en respuesta, sin pensar en lo que había dicho, ganándose un codazo en las costillas de parte de su hermano.

-Eres un pervertido-le dijo Bill a Tom una vez que hubo cerrado la puerta del cuarto de su gemelo.

-¡Ella fue la que me pidió ayuda!-argumentó el mayor de los hermanos, sabiendo que era totalmente culpable.

-Y tú muy displicente le hiciste caso-regañó el vocalista al hombre que tenía frente a sí. No podía creer su inconsciencia.

-Uno siempre debe obedecer las órdenes de una señorita-sonrió el guitarrista, sin sentirse ni siquiera ligeramente avergonzado por sus actos: era uno de los mejores momentos que había tenido nunca-Además, tú te quejas de que nunca actúo como un caballero con las mujeres... ésta vez quise serlo con Frances y mira lo que me vine a ganar contigo-

-No me hagas enfadarme más-le advirtió el front man a su hermano, antes de echarse a andar por el pasillo, en dirección a la sala de su hogar. Entendiendo claramente la indirecta, el alto hombre de trenzas negras siguió a su gemelo sin decir una sola palabra más. Una vez que hubieron llegado a la estancia, el menor de ellos se plantó frente al más amplio de los sofás como si hubiera algo importante que ver ahí.

-Tú vas a dormir aquí-declaró Bill, sin pedirle opinión a su hermano mayor-No te quiero ni a dos metros de tu recámara, ¿De acuerdo? Y si te encuentro durmiendo con Frances, tú y yo vamos a tener problemas muy serios; ¿Comprendiste?-

-Aha, ¿Y qué pasa si ella viene a mí?-le preguntó Tom a Bill, quien le daba la espalda. Lo que el menor de los hermanos no sabía es que, contrario a lo que pensaban él y el resto de sus amigos, era en realidad Umbrose quien buscaba con mayor ahínco al mayor de los Kaulitz.

-Te pregunté si comprendiste-repuso el modelo con voz firme, dejando ver de inmediato que no estaba para juegos-No me interesa si ella llega a desnudarte a la mitad de la noche. No te le acerques-

-¿Por qué?-quiso saber Tom, sin entender cuál era el motivo por el que su hermano menor estaba tan interesado en mantenerlo alejado de Frances si él bien sabía que tan loco se sentía por ella.

-Es algo que no puedes entender ahora-musitó Bill, sintiéndose tremendamente culpable al estarle ocultando algo a él-Pero te prometo que te lo explicaré en cuanto me sea posible-

-Macky, dime-le pidió el guitarrista a su líder-Por favor-

-Prometo que lo haré después-juró el vocalista, volviéndose para observar a su gemelo, quien lucía  perplejo ante la situación-Sólo hazme caso por hoy. Por favor-

Sabiendo que los motivos por los cuales Bill quería resguardarlo de Frances debían ser jodidamente buenos, al mayor de los hermanos no le quedó otro remedio que acatar las órdenes de su gemelo, a sabiendas de que éste sólo buscaba lo mejor para él.

-Está bien-consintió el músico, sentándose en el sofá sin discutir más-Que descanses-

-Buenas noches, Thomas-contestó Bill Kaulitz, entristecido al tener que ocultarle algo así de grande a su mejor amigo y confidente de toda la vida... pero Alice había sido bastante específica. En la mañana lo hablarían...


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