2 de mayo de 2012

Problemática


Problemática by Diana Harlu Rivera on Grooveshark 
 
 

Vestido de Annya
-Annya...-murmuró con hartazgo el guitarrista alemán, al ver aparecer a pocos metros de distancia los ojos castaños que lo buscaban en medio de la obscuridad presente.

-¡Amor!-insistió la criatura de corto cabello rubio, estirando ambos brazos hacia el alto músico, el cual parecía un tanto desconcertado. ¿Acaso acababa de llamarlo "amor"? ¿Aún cuando llevaban más de un mes sin verse en absoluto? ¿Siendo que él negaba cualquier conexión emocional entre ambos? Le parecía inaudito-¿Estás bien? De repente ya no estabas en la multitud y yo, ¡me preocupé tanto! Temí por ti-

Y así, la modelo rusa le dedicó al mayor de los hermanos Kaulitz una caricia en la mejilla como jamás antes lo había hecho. Helada ante el contacto que se había producido entre la pareja de humanos, la humanoide allí presente, cuyos ojos se habían anegado de lágrimas, supo que era hora de irse.

-Creo que mi trabajo aquí ha terminado...-musitó en voz extremadamente baja, tanto que le costó trabajo escucharse a sí misma, aún con su finísimo oído.

-Frances...-

-Gracias por cuidar de él, Scarlett-interrumpió la ex mejor amiga de la pelirroja a la misma-Yo me haré cargo ahora. Además, tu hermano está buscándote; Alexei ya está aquí-

-Te agradezco el dato...-murmuró de último la humanoide, bajando la mirada-Con su permiso, no los entretengo más... Espero que... te mejores pronto, Tom-

-Carly...-

-Nos veremos luego-espetó la criatura con voz lastimera, retirándose de aquél sitio.

Apenas hubo abandonado el complejo laberinto de arbustos en el cual se había internado con el guitarrista de Tokio Hotel, la pálida criatura se soltó a llorar de manera inconsolable, como no lo había hecho en todo aquél tiempo, desde la ruptura de su relación con el hermano mayor de Bill. Sollozando en un completo silencio, su cuerpo hacía todo lo posible por expulsar de su ser aquél dolor infernal que le robaba la vida segundo a segundo, a través de las lágrimas transparentes y cargadas de culpabilidad, de intriga. ¿Qué había hecho mal?

A sabiendas de que nada iba a recuperar desviviéndose de aquella manera, la enloquecida criatura se aferró a la última resolución que había tomado de manera parcialmente coherente: seguir viviendo y para Frances Umbrose, esa vida se reflejaba en un solo ser, Alexei. Poco a poco, fue desprendiéndose de los recuerdos cargados de besos, de risas, de caricias... para reemplazarlos por la racionalidad, el deber, la necesidad incomprensible de seguir respirando. Se limpió las gotas de agua dulce que corrían por su rostro aún maquillado, se sorbió la nariz de un golpe, enderezó la postura y recompuso el gesto.

-Cielo...-la llamó la calidez de la voz masculina, tendiéndole una mano, como siempre lo había estado haciendo-¿Estás bien? Me mencionaron que te fuiste con... Tom Kaulitz-

-Fue un ligero malentendido-se explicó la humanoide, entrelazando sus dedos con los de su pareja-Dorian se puso un poco salvaje con él y me vi en la necesidad de ayudarlo. Era lo correcto-

-Tú siempre tan... bueno... - replicó el atractivo acompañante de la modelo, soltando una risa tras sus palabras- No quisiera decir "humana" porque sería rebajar tu nivel, amor. Me da gusto que lo vieras así. ¿Entramos?-

-Por supuesto- sonrió la criatura de cabello pelirrojo, comenzando a avanzar a través de la lujosa residencia.

-No, Annya...- le repitió el guitarrista a la mujer con la que se encontraba, tomándola de ambas manos- No hay manera en la que tú y yo... debes entenderlo. 

-¿Pero por qué, Tommy?- quiso saber la guapa chica, observándolo con sus ojos grandes y llamativos- Sabes que me extrañas tanto como yo a ti... . 

-No- corrigió el músico, dándose cuenta de inmediato de la trampa en las palabras de la sigilosa dama- Tú no me extrañas. Me necesitas...

-¡Justamente!- consintió la desesperada modelo rusa- ¡Yo te necesito! 

-Pero solamente para hacerte famosa...- repuso el mayor de los hermanos Kaulitz- Tú no... tú no me amas. Comienzo a creer que jamás lo has hecho...

-Tommy... no digas tonterías- le pidió de manera condescendiente Annya, intentando ganárselo de nuevo- Eres el hombre al que más he querido en la vida. Lo sabes. Pídeme que me case contigo, lo haré. Es más, mudémonos juntos, ¿No fue lo que siempre quisiste?

-Anny... no...- le rogó el músico.

-¿Ves? Acabas de llamarme "Anny". Como en los viejos tiempos, ¿Recuerdas?- insistió la mujer, intentando tomar el rostro de su acompañante entre sus pequeñas manos morenas- Las cosas pueden ser igual que antes si tú quieres...

-Ese es el problema- puntualizó Tom- Es lo que no quiero. Yo quiero... quiero algo real... algo más... quiero a Frances Umbrose. 

-¿Ah sí?- replicó enfadada la modelo- Pues buena suerte con eso... ya te despachó por un mejor modelo, por si no te has dado cuenta.

-No es cierto- se aferró el guitarrista- Ella... aún me ama; acaba de decírmelo. Y sólo... sólo tengo que recuperarla.

-Tommy, escucha...

-¡Tom!- gritó una voz muy diferente, una que tanto el alto alemán como su pequeña acompañante reconocieron de inmediato- ¡Thomas!

-¡Macky!- le respondió el primogénito de ambos hermanos- ¡Por aquí!-

-Thomas... - se dejó escuchar un poco más cerca la voz.


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