14 de noviembre de 2011

Insuficiente


Insuficiente by Diana Harlu Rivera on Grooveshark 
 
 

Conduciendo hacia casa en modo de piloto automático mientras él iba enviando un mensaje a través de su comunicador, el hombre volvió a suspirar de manera escandalosamente audible: este era el décimo holomensaje que le mandaba en menos de una hora y, al parecer, no se veía que ella fuera a contestarle pronto. Cansado de no obtener respuesta, se resolvió a marcarle, a pesar de que bien sabía que a la mujer del otro lado de la línea esto no le hacía mucha gracia.

-Anny, sólo estoy llamando para ver si quieres que pase a recogerte o si el chofer va a llevarte al restaurante-expresó Tom Kaulitz, en el mensaje en tres dimensiones que le estaba dejando a su novia en el buzón de su holocomunicador-Devuélveme la llamada tan pronto como puedas, ¿Está bien? Adiós-

Llegando al estacionamiento del edificio de departamentos de lujo en el que vivía, el guitarrista de largas trenzas negras hasta la altura de la espalda y piel bronceada color caramelo se bajó una vez que había llegado a lo que los arquitectos denominaban "zona segura": el área en el cual los conductores de los aereos podían bajarse de sus vehículos estando hallándose completamente seguros de cualquier falla en el sistema de estacionamiento automático. Sin mirar atrás, uno de los productores de la banda más escuchada del momento avanzó hasta el ascensor platinado que ya lo esperaba para llevarlo al nivel en el que se encontraba el elegante pent-house que compartía con su hermano gemelo, apenas diez minutos más joven que él.

Ahí, se encontró a un idiotizado Bill soñando apaciblemente, los ojos cerrados y el gesto tranquilo. Sin palabras, se sentó a su lado, tomando entre sus manos de manera descuidada el iPad de su gemelo, el cual había dejado sobre la mesa de vidrio que se encontraba frente a ellos dos. Apenas estaba abriendo la aplicación "Quiosco", que contenía todo el material de lectura que el cantante apreciaba, cuando la alerta de su comunicador que indicaba nuevas llamadas comenzó a sonar. Precipitadamente, el musculoso y alto alemán contestó mentalmente a la notificación, aceptando la conferencia en tres dimensiones entre su novia y él.

-¿Qué te he dicho de llamarme cuando estoy trabajando, Thomas?-le recriminó Annya, observándolo con enfado a través de la pantalla holográfica que solo él podía ver.

-Sí, lo sé...-contestó éste, sabiendo de antemano que ella se lo reclamaría-¿Sí escuchaste mi mensaje?-

-¿Cuál de los doscientos que me dejaste?-repuso ella de manera grosera.

-¿Sí vamos a salir, cierto?-aventuró el hermano mayor de Bill, ante el gesto avergonzado de este, el cual lo miraba asqueado.

-De hecho... no-respondió la modelo pasado un tiempo, en el cual pareció tomarse su tiempo para despreciar al músico-No tengo ganas de salir hoy-

-Pero... tú me lo prometiste-insistió él, reclinando su espalda lentamente sobre el cómodo respaldo del sofá de tapicería negra mientras, sobre el asiento de junto, dejaba descuidadamente el iPad de su hermano.

-Sí, cambié de opinión-recalcó ella, indispuesta a ceder-No te quiero ver esta noche, voy a salir con unos amigos-

-Ah... bueno... está bien-se dejó vencer el ídolo de las masas-En ese caso... creo que no hay problema. ¿Nos vemos otro día?-

-Ya lo pensaré-repuso Annya Nikova de último, cortando la holollamada sin despedirse, dejando ahí a Tom como idiota.

-No puede ser...-rumió Bill, enfadado de verdad, al observar la postura pasmada y el rostro decepcionado de su hermano mayor-Simplemente no puede ser...-

-Ella... tiene muchas cosas que hacer-farfulló Tom débilmente, intentando justificar a Annya frente a él mismo así como delante de su hermano-Tú... ya sabes... la carrera de modelaje no es fácil...-

-Realmente me asombras, Thomas-se quejó el pelinegro, sentándose en la orilla del sofá en el cual se encontraba anteriormente recostado-Tantas mujeres que darian la vida por salir contigo y tú, luchando por la atención de esa...-
-Ni lo digas, Macky-interrumpió el hijo primogénito de Simone Kaulitz a su hermano, antes de volver a tomar entre sus manos el iPad, intentando distraerse con algo-Ella... simplemente está muy ocupada. Siempre lo está-

-Claro...-repuso el frontman de Tokio Hotel, volviendo a acostarse sobre la superficie mullida del sillón. Sin ganas de comenzar a discutir, no podía comprender cómo era que su hermano se sentía tan atraído por el esqueleto ambulante de Annya Nikova, más cuando lo trataba como basura: eso realmente lo hacía enfurecer.

En el otro sofá, colocado de manera perpendicular, un desanimado Tom suspiraba en silencio, sabiendo, sin querer expresarlo, que los argumentos de su hermano eran totalmente válidos. Desinteresado, deslizó sus dedos a través de la pantalla LED de última generación que poseía el aparato, ante lo cual la aplicación "Quisco" volvió a abrirse como las alas de una mariposa. Ahí, decenas de portadas de revistas y libros fueron apareciendo, mas ninguno de ellos llamó tanto la atención del guitarrista como la VOGUE de aquél mes.

-¿Quién es ella?-musitó el músico fascinado, observando la imagen de la revista, la cual se reía con él de manera coqueta, mientras se giraba hacia un lado y hacia el otro, posando para la portada animada de la publicación.


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