4 de enero de 2012

Batalla




De pié, cara a cara, una frente a la otra, las mujeres se observaron mutuamente, agazapadas cada una en posición defensiva. Con su cabello pelirrojo ondeando al viento que se producía en la habitación de manera intencionada, Frances se mantenía en equilibrio sobre la delgada hélice en la que se encontraba parada con una mano apoyada contra el suelo plástico de color azul celeste. Alice, por su parte, sostenía  fuertemente con ambas manos la garrocha que sostenía cercana a su cuerpo, sin perder a Umbrose ni por un segundo de su vista. En el mirador con el que contaba la extraña recámara, el resto de los humanoides, tanto el clan del doctor Richard Vo como el de Anderson Watts observaban intrigados la situación a sus pies. Nerviosos, tanto Briant como uno de los humanoides que se encontraba al otro lado de la sala, sudaban la gota gorda al ver a las mujeres listas para combatir una contra la otra.

-¿Quedaron claras las reglas, chicas?-inquirió Vo a través de un micrófono, su voz resonando en el ala aislada en la que se encontraban Frances y Alice únicamente. En silencio, ambas humanoides asintieron sin quitarse la mirada de encima la una a la otra, preparadas para el momento en el que iniciara el combate.

-Te voy a aplastar, Project-se jactó la pelirroja, sabedora de sus habilidades para la batalla.

-Ya veremos, Umbrose...-replicó la novia de Bill Kaulitz sin temor alguno, empuñando entre sus manos la lanceta en forma de hisopo que les habían brindado a ambas antes de entrar allí.

-¿Listas?-preguntó Richard Vo, temeroso por la seguridad de Alice. Sabía de antemano la importancia que le daba Watts a las habilidades físicas y de combate, a diferencia de él, quien consideraba las habilidades mentales una prioridad. Preocupado, procuró no darlo a notar al hablar a través del amplificador-¡Comiencen!-

En una milésima de segundo, las humanoides se lanzaron inmediatamente una contra la otra, buscando desquitar la ira que sentían por la otra. A pesar de que le costaba trabajo admitirlo hasta para sí misma, la razón por la que Alice Project le resultaba a Frances Umbrose una persona tan desagradable era porque la segunda tenía la oportunidad de pasar más tiempo con Tom Kaulitz, quien era su cuñado desde hacía un par de meses, que ella que llevaba trabajando alrededor de ocho semanas con él. Presta para derrotar a Project y así demostrar su superioridad sobre ella, Umbrose asestó el primer golpe, directamente hacia la cabeza de Alice. 

En un acto de agilidad inesperado, la pelinegra se las ingenió a la mitad del aire para agazaparse de manera que el hisopo electrificado ni siquiera rozó una de las puntas de su perfectísimo cabello color carbono. Contrario a lo planeado, el ataque de Frances le concedió a Alice la oportunidad de atacarla directamente en el vientre, con la punta de su propio hisopo.

Al sentir aquél electrochoque no mortal pero sí dañino, Frances Umbrose se enfadó aún más, soltando un grito de ira que dejó ver lo frustrada que se había sentido al permitir que se le atacara de esa manera. A partir de ese instante, se dedicó a enfocarse más en la lucha y menos en la fanfarronería, asestándole golpes a la humanoide del doctor Vo con una furia encarecida que comenzó a asustar a Richard Vo, sabiendo que Alice no sería capaz de emular la capacidad de enojo de Umbrose, quien parecía más volatil.

Así, ambas mujeres se enzarzaron en una lucha que duró varios minutos, saltando según fuese necesario a las hélices que había por debajo de sus pies, las cuales se movían lentamente, dándoles la oportunidad de colocarse en posiciones estratégicas para atacar al contrincante. Sin embargo, se mostraban muy cuidadosas para tocar el suelo, el cual se encontraba electrificado también con el propósito de que ambas criaturas tuvieran que probar su agilidad moviéndose a través de las hélices.

De una agilidad sorprendente, a Umbrose no le costaba nada de trabajo aquello que a Alice le parecía más complicado: saltar de una hélice a otra en el momento preciso. Sin embargo, la diferencia entre ambas radicaba en que Alice, dotada de grandes capacidades mentales, era capaz de saltar en el tiempo exacto y en la hélice necesaria para atacar a Umbrose sin que esta lo viese venir, como en un juego de ajedrez. A pesar de esto, la tarea se complicaba dado que Frances tenía unos reflejos bárbaros y para ella esquivar el hisopo de Alice resultaba pan comido.

No fue sino hasta la última hélice de toda la serie cuando ambas humanoides se encontraron sin salida, sin probabilidad de escape. Una frente a la otra, se observaron durante un par de segundos, en los cuales Alice se preparó mentalmente para hacer lo que fuese necesario para escapar de las manos de Umbrose, quien parecía excepcionalmente enfurecida y hasta demente de venganza. Confiada ante su victoria, la pelirroja de cabello ensortijado sonrió de manera irónica.

-Juego terminado...-musitó Umbrose, comenzando a empuñar el hisopo para atacar con él a Alice directamente en el pecho, donde sabía que la descarga dolería más.

-No lo creo-replicó Alice, contrarrestando con el mango de su propio hisopo el fuerte ataque de Frances, obligándola a retroceder. En menos de un segundo, las posiciones de ambas cambiaron y para cuando la pelirroja quiso darse cuenta, ya se encontraba al borde de la hélice, con la punta del hisopo de Project dirigiéndose hacia su corazón.

-¡No!-gritó un hombre, entrando a escena justo cuando Alice estaba por propinarle a Frances el golpe final, el "tiro de gracia", como lo llamaban los humanos. Un impacto fuerte en el pecho, y la tumbaría al suelo con el mismo estrépito de un costal lleno de papas. Pero, antes de que la punta de la lanza pudiese impactar contra el torso de la humanoide de ojos alargados y pestañas espesas, un hombre de gran estatura y rasgos impactantemente hermosos se interpuso entre ellas; bañándolas en una lluvia de cristales del tamaño de granizos que llovían por encima de sus cabezas. 

Asustada, la humanoide que aún permanecía de pié soltó un respingo ante aquella súbita aparición; quien tomó sin mayor perjuicio la lanza entre una de sus manos y se la arrebató a la temerosa mujer para arrojarla contra una de las paredes; donde enmedio de un gran estrépito se partió en pedazos. Al momento, Briant saltó de la galería del segundo piso sin pensarlo un segundo; haciendo añicos el grueso cristal  antibalas que protegía el recinto colocado metros abajo. Aterrizando suavemente sobre las puntas de sus pies, el humanoide compañero de Alice se repuso del impacto en cuestión de micras de segundo antes de erguirse frente a ella; los puños listos y la expresión fiera. En la galería de observación, el resto de los humanoides esperaban ansiosos; preparados para brincar en pos de lucha si la situación lo ameritaba. 

-¡Magnífico...!-exclamó la voz del doctor Watts, llamando la atención de todos los presentes; inclusive del mismísimo Vo, quien observaba a sus dos creaciones preferidas peligrar fuera de su alcance-¡Maravilloso!


2 comentarios:

Itzel dijo...

Entem... como que no entendí quién entró, si fue alguien más o Briant, dicese también del señor "Perdóname por medio de acciones". ¡Neh!...

¡?Cómo las interrumpen!... ¡Qué les pasa!...

Ash, ahora a esperar de nuevo a ver hasta cuándo se vuelven a tener en el borde de la piscina de los trancazos xD...

¡Odio a "Umbrose"!...¡Hija de la re...! Primero no lo pela, y luego dice que le gusta... ¿y luego, "Umbrose"?... xD


Muy bueno


Besos!


S.K

@ZaybetFrias dijo...

Je je je… no e tendí xD

Bueno a lo mejor sí pero podría hablar yo de más si esto tiene una lijera coincidencia con la realidad xD