18 de enero de 2012

Incómodo encuentro


Incómodo encuentro by Diana Harlu Rivera on Grooveshark 
 
 

-Hola, Alice-se dirigió Briant a la espigada individuo que tenía frente a sí, la cual seguía dándole la espalda. Todos los presentes en la habitación se quedaron observándolo fijamente, a la vez que el humanoide se preguntaba internamente cuál de todos aquellos humanos presentes era el tal Bill por el cual su esposa lo había reemplazado.

-Hola, Briant-contestó la interpelada al saludo de su todavía marido, volviéndose por fin. Cara a cara, hizo cuentas mentales y se dio cuenta de que el tiempo que no se habían visto desde aquél encuentro en Astrella era relativamente corto, aún así, él no había cambiado ni un ápice. Rápidamente, comprendió que probablemente ese había sido uno de los muchos factores que los separó: era demasiado predecible, constante y hasta cierto punto, monótono.

-Cuánto tiempo sin vernos-añadió el pelinegro en tono burlón, las manos metidas en sus bolsillos. Ella, por otro lado, se encontraba con los brazos cruzados en una posición tensa, tanto que las venas de sus blanquecinos brazos se marcaban notablemente por debajo de su piel de luna. Con la mandíbula trabada a causa del coraje y la vergüenza que le causaba tenerlo allí, ni siquiera sabía cómo contestar a aquella afirmación.

-Un mes-mintió a medias la señora Project, intentando hacerle creer a su cónyuge que había sido menos tiempo del que él imaginaba.

-Creí que había sido más-contraargumentó el primogénito del doctor Vo, levantando una ceja en expresión sorprendida.

-Cuestión de enfoques-insistió la novia de Bill, sin quitar el dedo del renglón; al hacerlo, no imaginaba el daño que le estaba produciendo a su anterior pareja: a Briant le dolía más de lo que podía expresar el que ella no llevara, como él, la cuenta exacta de los días que llevaban separados. ¿Tan fácilmente lo había olvidado? Evidentemente sí.

-¿Me vas a presentar a tus invitados?-sugirió Briant, un tanto repuesto, señalando con su ceja derecha al montón de muchachos extraños que había traído Alice a casa de Selick. Inmediatamente, tanto Bill como los demás comprendieron inmediatamente que el marido de Alice estaba en la misma actitud que Selick con respecto a ellos.

-Briant, ellos son Andreas, Georg y Gustav-indicó Alice haciendo ademanes hacia cada uno de los chicos, quienes intentaron lucir cordiales ante el humanoide, aunque éste los intimidara tanto-Éste de aquí es Tom, hermano gemelo de Bill. Y él es Bill, mi novio-

Dicho esto, la espigada criatura de cabello negro e iris color mar extendió su pálida mano izquierda hacia el humano de cabello negro y rasgos increíblemente atractivos que se encontraba detrás de ella; quien la tomó inmediatamente y se acercó a ella remarcando su presencia. Por dentro, el más pequeño de los hermanos Kaulitz no quería admitirlo, pero se sentía tremendamente cohibido ante Briant. No sólo había resultado ser más guapo que él, sino también más imponente. Por momentos, le parecía que el sujeto que tenía frente a sí era mucho más compatible que él mismo con su novia, dado que ambos parecían tener el mismo estilo yuppie californiano.

-Mucho gusto. Bill Kaulitz-expresó el cantante, extendiendo su mano derecha hacia el humanoide, quien lo observaba de manera despectiva, mientras se presentaba a sí mismo.

-Encantado. Briant Project-respondió el interpelado, tomando entre los gruesos y fuertes dedos de su mano derecha los dedos larguiruchos y esqueléticos de Bill, quien de inmediato sintió un calor abrasador y una ligera presión en medio de aquél "amistoso" apretón de manos.

-¿Entonces quieres decir que tú eres…?-comenzó a preguntar Andreas imprudentemente, al mismo tiempo que estrechaba la mano de Briant una vez que éste terminó de saludar al hermano menor de Tom.

-Sí, Briant es esposo de Alice-completó Selick la frase, al mismo tiempo que observaba fijamente a Bill, feliz de echarle en cara la condición de Alice de mujer casada.

-¿Cuándo te casaste con él?-interrogó el músico a su novia, sin preocuparse por esconder su molestia.

-Yo… nacimos así-le contestó ella torpemente, sintiéndose molesta consigo misma por haber aceptado aquella invitación: sabía que era una especie de trampa para hacerla regresar al grupo-Quiero decir que nacimos estando juntos-

-Predisposición por código genético-le aclaró Briant a Bill, sintiéndose dolido de hablar con el actual novio de su mujer-Estamos hechos el uno para el otro, si sabes a lo que me refiero-

-Claro, comprendo-murmuró el frontman de Tokio Hotel, sintiéndose cada vez peor.

-Por cierto, Selick-habló Alice, después de un rato de silencio incómodo entre los presentes, en el cual Briant se dedicó a saludar al resto de la familia de su mujer. Como si se encontrase dormida, la humanoide se movió de manera ausente por la habitación para tenderle a su compañera el platón de comida que había preparado para la reunión.

-Gracias-sonrió Selick de manera auténtica, ahora verdaderamente feliz. Por fin, Briant podría demostrarle a ese Bill de Alice de qué estaba hecho y probablemente el pobre humano por fin podría darse cuenta que lo de él y su colega humanoide no podía ser. En silencio, la cuñada de Tom recogió la ensalada de la mesita de café donde la había dejado al llegar y se la entregó a la criatura rubia que tenía frente a sí, quien la recibió casi ceremoniosamente y sonriéndole a su "hermana" de manera plena.

-¿Vamos a comer?-sugirió Redgie sintiendo la incomodidad del ambiente. Ahora entendía por qué su esposa se había puesto tan contenta al ver salir a Briant por el elevador.

Sin necesidad de más órdenes, los individuos siguieron a la pareja hacia su gran comedor, decorado de manera exquisita. El cuarto estaba pintado de un reluciente azul eléctrico con muebles de color blanco y una mesa completamente de cristal, en cuyo centro se encontraba un enorme jarrón de vidrio opaco del mismo color de las paredes, lleno de un montón de orquídeas blancas y floreciente; a los lados del jarrón había montones de tazones y fuentes para servir llenos de comida que lucía deliciosa.

-¡Vaya! ¡Ahora entiendo lo que querías decir ésta mañana, Alice!-exclamó el mayor de los Kaulitz juntando las manos en un gesto de placer al ver tanta comida tan apetecible ante sí.

-¿Qué cosa?-preguntó Redgie con una sonrisa, intentando aliviar la tensión del ambiente al mismo tiempo que se sentaba al centro de la mesa.

-Le comentaba a Tom durante nuestro desayuno que Selick es una magnífica cocinera-explicó Alice seria, tomando un lugar en la mesa al lado de Bill. A la izquierda del vocalista se sentó Tom y a su derecha su hermosa novia humanoide, como acostumbraban hacer en casa. Todos los demás fueron tomando sus lugares y de alguna extraña manera, Bill y su nada adorable contrincante humanoide quedaron sentados frente a frente, de extremo a extremo de la mesa.

-¡Pero definitivamente no hay nadie cocinando como Briant!-alabó Selick al interpelado, quien miraba con seriedad las manos entrelazadas que tenían su esposa y el novio de ésta sobre la mesa-Puede que yo sea buena pero nunca he comido nada parecido a lo que cocina Briant-

-Gracias, Anna-contestó el hombre de rasgos afables, restándole importancia al asunto. Si había algo en lo que él y su cónyuge se parecían, era en que ambos tenían un carácter bastante modesto a pesar de sus excelentes cualidades.

-Alice también comentó que eras muy bueno para muchas cosas, Briant-intervino Tom, intentando crear conversación y a la vez buscando ganar puntos para su hermano al demostrarle las cosas que Bill también podía hacer.

-¿Eso dijo?-inquirió el humanoide, intentando fingir indiferencia ante aquellas palabras al mismo tiempo que pretendía mostrarse muy interesado en una magnífica macedonia de frutas que Selick había preparado.

-Sí, me dijo que se te dan variedad de materias-insistió el modelo y guitarrista, sirviéndose en el plato que había frente a él mientras los demás se mantenían en un respetuoso silencio y se colocaban comida en sus platos también.

-Sólo unas pocas, pero me gusta ponerles todo mi empeño-respondió Briant masticando con lentitud su primer bocado, que engulló una vez que le hubo respondido a Tom.

-¿Cuáles?-quiso saber esta vez Bill, casi retando a Briant por el tono de voz que usó y la mirada desafiante que le dirigió.

-Principalmente cocina, mecánica, carpintería, deportes en general, lógica, matemática, actuación teatral, guitarra, conducción de aerodeslizadores, conducción de aviones, psicología y literatura-recitó el guapo hombre la lista de materias en las cuales había obtenido observaciones sobresalientes por parte de los expertos de Astrella.

-¿Música?-preguntaron Andreas, Tom, Bill, Gustav y Georg al mismo tiempo, sorprendiéndose entre ellos mismos.

-Sólo guitarra-aclaró el marido de Alice, prestándole más atención a su comida que a los muchachos-En general no me gusta mucho la música-

-Qué lástima-expresó el líder de Tokio Hotel, falsamente comparecido de su rival-La música es mi especialidad-

-¿Ah sí?-intervino Selick, al rescate del acorralado Briant.

-Bill es músico-intervino finalmente el objeto de toda aquella discordia, la disputada señora Project-Él, Tom, Gustav y Georg están en una banda llamada Tokio Hotel. Son muy famosos y han ganado muchos premios. Bill es compositor además de vocalista; ¿Verdad, amor?-

-Además sé tocar violín-añadió Bill observando la cara de Redgie, quien sí estaba francamente impresionado por los éxitos del alemán-Aparte soy modelo para distintas marcas y la imagen oficial de DisQuared-

-¡Vaya! ¿Quién lo diría, eh?-expresó el humanoide rubio con una sonrisa sorprendida en su rostro-Sí que eres un buen partido para nuestra Alice-

-Gracias-sonrió el humano al marido de Selick, a quien ella observaba con genuino enojo a la vez que Briant intentaba parecer distraído en otra cosa.

-¿Y tú a qué te dedicas, Tom?-le preguntó la humanoide de espeso cabello amarillo al gemelo de Bill, intentando desviar la conversación temporalmente para poder atacar después con más fuerza.

-Ah, soy guitarrista de la banda-farfulló el interpelado, atiborrándose de papas cambray que Selick había hecho al vapor con chile y pimienta-Además de segundo vocalista y…-

-Y trabaja en aparearse con todas las hembras que encuentra-completó Alice sin saber que no era de buen gusto decir aquello de una manera pública. Todos en la mesa se quedaron pasmados menos ella, quien siguió comiendo de su plato la pasta de coditos con crema y apio que había en él sin mayor remordimiento.

El silencio que se hizo a causa del comentario de la mujer de Briant, fue incómodo durante algunos segundos hasta que finalmente Andreas rompió en carcajadas a causa de la respuesta de la chica de Bill. Todos comenzaron a reírse también como por compromiso, hasta que Georg y Gustav se sintieron lo suficientemente cómodos como para reírse a carcajadas con Andreas del pobre de Tom, quien se mantenía todo abochornado y sonrojado sin saber qué decir en su defensa.

-¡Alice!-chilló Tom en voz baja, intentando sonreír un poco. Inmediatamente, ella se volvió a mirarlo y se preguntó internamente cuál era el motivo por el cual Andreas y su demás familia se reían incansablemente cuando a los gemelos parecía que se les iba a caer la cara de vergüenza.

-¿Qué?-replicó la criatura, inconsciente de su error.

-¡Eso no se dice en la mesa!-insistió el guitarrista, poniéndose cada vez más colorado.

-No te preocupes, Tom-lo consoló Selick, cosa que hizo que todos voltearan a verla al momento-Redgie y yo también nos dedicamos a eso de vez en cuando. Y si Alice y Briant hubieran hecho su tarea probablemente Bill y ella no estarían juntos-

Las palabras de Selick le produjeron a al menor de los hermanos Kaulitz un horrible retortijón en el estómago que casi lo tumba de la silla, al mismo tiempo que Briant arañaba con el tenedor el plato de porcelana china que tenía frente a sí. Esta continuó comiendo como si no hubiera dicho nada ofensivo y a su vez, Redgie se dedicó a mirar a Bill con una expresión de disculpa en su rostro, rodeado por el incómodo silencio que se creó de nuevo.

-Se supone que no sacaríamos eso a colación de nuevo, Anna-le recordó Briant a Selick, rechinando los dientes audiblemente.

-No fuiste muy específico al respecto-se defendió su compañera humanoide con tono inocente y desentendido, picoteando con el tenedor el puré de papas con gravy que se había servido junto a un pequeño trozo de carne frita y sazonada en salsa inglesa.

-¿A qué te refieres con eso?-le preguntó Bill a Selick de manera hostil, comenzando a perder la poca cordura que le quedaba. Notó inmediatamente la forma en la que Redgie frunció el ceño al ver cómo se había dirigido a su esposa.

-¿Alice no te lo dijo, cariño?-respondió la delgadísima criatura de ojos enormes, fingiendo demencia al mismo tiempo que miraba al humano que tenía en dirección perpendicular a sí-Escapó de casa el día que estaba programado en nuestro calendario de actividades mensuales para intentar reproducirnos por vez primera. Briant se pasó todo el día cocinando y preparando una cena romántica para ambos. A Alice no se le dio la gana cumplir con las órdenes que teníamos asignadas y fue corriendo contigo. Es una lástima que no haya querido. Ella y Briant hacían tan buena pareja-

-¿Cocinaste todo el día?- e preguntó Alice a Briant, sorprendida por las palabras de Selick. Ignorando la expresión de dolor de Bill.

-No pensé que fuera necesario decírtelo-replicó Briant con voz tímida, bajando el rostro para no observar a Alice; quien sí lo observaba a él.

-Es suficiente. Nos vamos-espetó Bill levantándose de su lugar en la mesa al mismo tiempo que colocaba la servilleta que tenía sobre el regazo en la mesa, al lado de su plato. Les dirigió una última mirada a Briant, Selick y Redgie. Selick sonreía perfectamente complacida por la escena mientras Redgie y Briant lo observaban con un poco de vergüenza. Antes de irse, decidió dirigirse a ellos- Redgie, gracias por tu hospitalidad. Fue un verdadero gusto conocerte. Briant, yo sé que no querías ser grosero y lamento todo lo que pasó. Y Selick… muchas gracias por la comida-

Dicho esto, todos comenzaron a salir por la enorme puerta doble de la habitación del mismo color blanco que las sillas sin mirar atrás; excepto Andreas quien se quedó hasta el final.

-Gracias por la comida, señora Ecker-le agradeció a Selick, sintiéndose apenado por lo que acababa de pasar.

-¡Vuelvan cuando quieran, muchachos!-exclamó Selick dándose a oír por toda la casa e irritando más los nervios de Tom y Bill-¡Saben que siempre son bienvenidos aquí!-

Una vez que estuvieron dentro del ascensor, nadie dijo nada al descender por los doce pisos del edificio. Sin embargo, el coraje tanto de Bill como de Tom se podía sentir.

-Esa vieja bruja…-musitó Tom en voz baja.

-Esa “vieja bruja”, como tú la llamas, nos dio de comer hoy y nos recibió en su casa; Thomas- le replicó Bill a su hermano mayor, tratando de no ofender a Alice. Sobre Selick tenía muchas cosas que quería decir.

-De acuerdo, está bien-aceptó Tom observando la espalda de su hermano, quien estaba parado un poco delante de él en el cubo del elevador-¡Pero no voy a decir que lo siento!-

-Tom-intervino Gustav, sintiendo lo tenso de la atmósfera-Creo que será mejor que te calles. No es el mejor momento para hablar de esto-

Arriba en el pent-house, los humanoides permanecían sentados en sus lugares en la mesa.

-¡Vaya con los humanos!-suspiró Selick de forma alegre, metiéndose a la boca una generosa porción de la ensalada que había traído Alice Siempre creando discordia. Pero es claro que las cosas cambiarán gracias a nuestra especie-

-¡Selick, basta!-le gritó Briant levantándose enojado de la mesa, colocando ambas manos en ella de manera tan impetuosa que el cristal se estrelló ligeramente donde Briant la tocó.

-No le hables así a mi esposa-lo reprendió Redgie levantándose de la mesa también pero de una forma menos agresiva. Selick permanecía sentada al centro de la mesa con la boca repleta de lechuga y cerezas, observando fascinada la escena.

-¡Sabías que esta era la única forma en la que podía reencontrarme con Alice y arreglar las cosas y no te importó! ¡Tenías que arruinarlo!-le espetó Briant a Selick, molestándose más y más por su actitud.

-Briant, querido-le respondió Selick una vez que hubo tragado su bocado-Claro que lo sabía y por supuesto que me interesa. Ya verás que pronto ese humanito se dará cuenta de que no puede competir a tu lado y dejará a Alice. Entonces ella vendrá a ti y todo será lo que tiene que ser-

-¡Pero no quiero que sea de esa forma!-exclamó Briant con los ojos picándole a causa de las lágrimas que pujaban por salírsele. Sin dar más explicaciones, él también abandonó la estancia y se dirigió al elevador esperando a que éste terminara de dejar a Alice y sus compañeros en el estacionamiento.

-¡Briant!-lo llamó Redgie sabiendo las atrocidades que le podrían pasar si se iba molesto de su casa.

-¡Briant, cariño!-lo llamó también Selick pero sin levantarse de su silla y comenzando a lucir preocupada por vez primera. Un timbrazo le indicó que ya se había metido al espacio cerrado del ascensor. En ése momento, se levantó de su silla; decidida a ir por él.

-Dale tiempo-le pidió Redgie a su esposa, estirando su brazo para detenerla-Seguramente irá a Astrella. Iremos por él en un rato-

-¡Pero, amor!-se opuso Selick, necia-¡Tenemos que ir por él! ¡Es uno de los nuestros!-

-Ya te portaste suficientemente grosera durante toda la comida-le espetó su marido, mirándola con coraje. Aunque la quisiera mucho no podía justificar su imprudente comportamiento-Dale un respiro-

-No sé a qué te refieres con que fui grosera-le contestó a su esposo, cuando él también se disponía a dejar el cuarto, cansado por todo lo que acababa de pasar.

-Comprendes perfectamente de lo que estoy hablando, Anna-le respondió el humanoide, volviéndose para encararla. Ella permanecía parada a un lado de la mesa con los brazos cruzados en actitud retadora-Y déjame decirte que hiciste más daño que bien. Nos vamos a Astrella en quince minutos-

-¡Quince minutos son muchos!-le gritó Selick a Redgie, quien ya iba entrando a la habitación de ambos.

-Son quince o te quedas-le respondió él de manera cortante e imperativa. Precisamente porque amaba a su esposa era por lo que no iba a permitir que se comportara como una bestia.

Al llegar a su apartamento, todos entraron por la puerta sin decir ni una sola palabra al respecto de lo que acababa de pasar. Tom y Bill se mantenían ceñudos desde que se bajaron del aerodeslizador y no daban muchas señales de que su humor fuera a cambiar pronto.

-Bueno… yo creo que…-comenzó a musitar Tom ya en su casa, cuando el tono de llamada de su comunicador lo interrumpió. Tom presionó el botón diminuto al lado derecho de su cabeza y se dio cuenta de que era un mensaje de Frances invitándolo a salir. Sus ojos se abrieron a causa de la impresión y su corazón comenzó a latir de manera frenética.

-Tengo que salir- expresó Tom dándose la vuelta en el recibidor antes de que las puertas del elevador se cerraran. Bill le dedicó una mirada lastimera expresándole lo mal que se sentía con el hecho de que tuviera que irse, pero éste se dirigió él antes de marcharse-Te explico luego. Espérame despierto-

Sin más que decirle a su hermano gemelo, el vocalista de Tokio Hotel continuó caminando al lado de Alice hasta la sala de su penthouse, donde se quedó plantado. No quería que nadie lo viera perder más los estribos, lo que había sucedido en la casa de Selick había sido suficientemente vergonzoso y doloroso como para un día.

-Chicos, ¿Podrían dejarnos solos un momento?-le pidió Alice a los muchachos, quienes permanecían de pié detrás de ellos dos.

Los tres miraron a Bill antes de obedecer a la novia de éste y el cantante asintió, indicándoles que estaba bien. También ellos se dirigieron hacia el elevador esperando a que regresara para poder marcharse de la casa. Pasaron menos de dos minutos en lo que el timbre del ascensor sonó igual que el de la casa de Selick y los muchachos salieron arrastrando los pies. Alice esperó hasta que escuchó sus voces en el estacionamiento hablando de a donde podrían ir en lo que ellos dos conversaban.


2 comentarios:

Itzel dijo...

Lo siento, pero no lo pude evitar...

"-¡Vaya! ¿Quién lo diría, eh?-expresó el humanoide rubio con una sonrisa sorprendida en su rostro-Sí que eres un buen partido para nuestra Alice-" Eso me encantó, el marido saliendo a la defensa sin querer y sin saber. Sí, muy bonito


"-Y trabaja en aparearse con todas las hembras que encuentra-completó Alice sin saber que no era de buen gusto decir aquello de una manera pública" ¡Eso estuvo de lujo! ¡Pobre Tom!

"-No te preocupes, Tom-lo consoló Selick, cosa que hizo que todos voltearan a verla al momento-Redgie y yo también nos dedicamos a eso de vez en cuando. Y si Alice y Briant hubieran hecho su tarea probablemente Bill y ella no estarían juntos-" ¡Hija de la re...! ¡Cómo..! Es que.. ¡LA ODIO! Creo que la odio más que ni a Frances, y eso es mucho. ¡Desgraciada, cables cruzados!

"-¡Vuelvan cuando quieran, muchachos!-exclamó Selick dándose a oír por toda la casa e irritando más los nervios de Tom y Bill-¡Saben que siempre son bienvenidos aquí!-" ¡ Cínica! ¡Maldita desgraciada! ¡Ay, pero si ganas no me faltan!...


Este capítulo me ha echo pasar muuuuuuuuchos corajes, y déjame decirte que a pesar de las peleas y los lastimados me encantó... pero eso no disculpa a la tonta de Selick... ¡Ay, pero si me choca la niña!...


Sube pronto, necesito saber qué pasa entre los niños que se quedaron solitos :S ¡Ay, pobre de mi Bill!


Besos!



S.K

@ZaybetFrias dijo...

Si alguna vez has visto Ranma 1/2 puedes imaginarme claramente con mis diminutos símbolos sobre la cabeza de enojo, frustración, felicidad, etc. xD