23 de marzo de 2012

Angustia


Pánico by Diana Harlu Rivera on Grooveshark 
 
 

Sentados en el aerodeslizador de Bill, él y su novia se desplazaban a alta velocidad por un conducto subterráneo para tráfico acelerado o, como se le conocía por sus siglas, SPA. Virando ligeramente el volante con ayuda de su copiloto automático, iban charlando animadamente acerca de los pormenores del viaje de la banda, así como del nuevo proyecto en el que Alice se había embarcado antes de que el frontman de Tokio Hotel y el resto del grupo se fueran de gira. Sin embargo, algo tenía a la humanoide más inquieta de lo normal.

-Te estuve llamando a casa varias veces-le reprochó Bill, intentando no sonar hostil-Nunca me contestaste. ¿Por qué? ¿En dónde estabas?-

-Ah... eso...-balbuceó de manera confusa la criatura, intentando evadir el tema-Yo... anduve mucho por la casa de los Umbrose-

-¿Con los Umbrose?-escupíó el cantante, verdaderamente impresionado-Bueno, ¿A ti que mosca te picó? Creí que no soportabas a Dorian-

-No, él... es una buena persona. Con Alexei es con el que me cuesta más trabajo tratar-expresó Alice de manera inconsciente, dándose cuenta de inmediato de su metedura de pata.

-¿Alexei...?-

-Cabello castaño, el niño bonito ese que es uña y carne de Dorian-se explicó la humanoide.

-Ah, ya...-musitó el menor de los hermanos Kaulitz distraídamente-Y yo que pensaba que era un tipo bastante agradable-

-No del todo-aclaró la pelinegra-Pero, eso en realidad no tiene importancia... lo más relevante de este momento es que ya estamos de nuevo juntos-

-Por supuesto-convino el músico, complacido de inmediato al escuchar a su novia decir aquello-¿Qué quieres comer?-

-No sé, por mí está bien cualquier cosa-expresó la mujer, comportándose condescendiente con su pareja-Tú eres el que debe de venir muerto de hambre, mi pobrecito. Comamos en donde tú quieras-

-Gracias, amor; gracias-suspiró el líder de Tokio Hotel de inmediato, enfilando el curso del GPS del aero para dirigirse a su restaurante vegetariano favorito. Mientras tanto, en el asiento de al lado, los pensamientos de Alice no cesaban.

Una de sus múltiples preocupaciones, la más pequeña de ellas, era el haberle mentido a Bill a medias. A pesar de que sí había estado pasando mucho tiempo últimamente con el clan humanoide de su cuñada, a la hija del doctor Richard Vo se le pasó mencionarle a su novio que su estadía en el hogar Umbrose no había sido parcial, como ella había comentado, y tampoco muy voluntaria.

Tres semanas más tarde de que Bill partiera a su viaje por toda América en su gira de conciertos para promocionar su más reciente material discográfico, extraños mensajes holográficos comenzaron a llegarle a la pelinegra, cada uno de ellos más alarmante que el anterior. En un principio, creyó que las amenazas que recibía de manera esporádica eran fruto de la mente retorcida de alguna adolescente obsesionada con Bill y el resto de los chicos; sin embargo, cuando éstas se fueron haciendo más específicas, personales y constantes, la humanoide cayó en pánico.

En un intento de resolver su situación, visitió al resto de su clan, los demás hijos del doctor Richard Vo, para preguntarles acerca de aquellos extraños mensajes que recibía. Para su sorpresa, no sólo a ella le estaban llegando. Selick estaba completamente aterrada por las declaraciones que se encontraban ella y a su esposo Redgie, con toda clase de amenazas para cualquiera de los dos escritas en mensajes dirigidos a sus holocomunicadores personales, al igual que al de su hogar. Briant había estado recibiendo advertencias similares, sobre tragedias que podían sucederle de un momento al otro. Discretamente, el grupo de humanoides se juntó para ir a buscar a los Umbrose, quienes no tenían conocimiento alguno sobre aquellos inusuales recados.

Pensando que se trataría de alguna maniobra de Astrella para llamar su atención, los Project y los Ecker se dirigieron sin mayor tardanza a Washington D.C., para visitar la cede de Astrella en América, específicamente el edificio donde se encontraba su creador, padre y científico encargado: Richard Vo. De inmediato, le comunicaron la situación, así como sus mayores temores al respecto de la extraña experiencia que vivían. Intrigado, el científico les pidió temporalmente las memorias de sus respectivos holocomunicadores, con el propósito de rastrear el origen de aquellos extraños mensajes; sin embargo, nada encontró: la localización del individuo que enviaba los anónimos era completamente desconocida.

Aterrados, los humanoides decidieron adoptar medidas extremas y, sin consultárselo a nadie, decidieron movilizarse sutilmente, de manera que Briant se mudara con los Ecker y Alice con los Umbrose, bajo falsos pretextos que, por muy increíble que les pareciera a los cuatro, funcionaron. El ex marido de Alice abandonó el apartamento en el que ambos solían vivir, bajo la excusa de mudarse a casa de su hermana, la cual según él estaba muy enferma de mononucleosis y necesitaba excesivos cuidados. La novia de Bill, por su parte, le explicó de inmediato la situación a Frances y ésta instantáneamente tomó cartas en el asunto y movilizó lo necesario para hacer que su cuñada se mudara a vivir con ella temporalmente, al menos hasta que Bill volviese y pudieran hablar con él del asunto.

Así, los Umbrose tuvieron que hacerse a la idea de que, súbitamente, su "cuñada" se encontraba de visita con ellos y, tras unas breves palabras con Dorian, el mismo líder del clan de Anderson Watts decidió que la permanencia de la pelinegra en aquél lugar era un hecho inapelable y completamente necesario. De esa manera, el resto de los familiares de Frances se comportó lo más cordial que pudo con la hermosa Alice, la cual, por su parte, también intentó ponerse a la altura de las circunstancias y tratar a todos sus compañeros temporales de la forma más amable.

Ahora, le gustase o no, tenía que tratar el asunto con Bill; puesto que el mensaje más aterrador que había recibido, era uno en el que se le indicaba que si las cosas proseguían por el curso en el que iban, la humanoide perdería al ser que más amaba en el mundo: su novio.


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