1 de abril de 2012

Fecha


Fecha by Diana Harlu Rivera on Grooveshark 
 
 

Dejando de lado sus malas esperanzas para aquél día, Frances se despertó lentamente, abriendo primero un párpado y luego el otro para espiar entre ellos, esperando encontrar a su novio acostado en su cama, junto a ella o, en última instancia, un ramo de flores. Para su sorpresa, no había otra cosa que un gatito diminuto, de pelaje blanco y ojos intensamente azules, observándola en silencio, de manera bastante curiosa. Mentalmente, reconoció al animal de inmediato; sin embargo, no llegó a pensar que fuese un regalo para ella, después de todo, Tom sabía perfectamente que ella no era muy paciente con las criaturas de cuatro patas que los humanos denominaban "mascotas".

-Hola...-saludó Frances temerosa al gato, sacando una mano de entre las cobijas de su cama para acariciar la nuca del animalito, quien de inmediato comenzó a ronronear.

-¡Kitty!-gritaba una voz femenina por el apartamento, dejándose escuchar a través de las gruesas paredes del departamento en el que vivían los Umbrose-¡Kitty! ¿Dónde estás?-

-¡Lex! ¡Acá anda!-le respondió la menor de los hermanos Umbrose a su cuñada, asumiendo que "Kitty" era la bola de pelos que tenía en el pecho, lamiéndole los dedos con su pequeña lengua sonrosada.

-¡Kitty!-repitió la esposa de Dorian, introduciéndose en la recámara de su cuñada-¡Aquí estás! ¿Qué haces molestando a Carlie tan temprano?-

-¿Es tuyo?-quiso saber la pelirroja, tendiéndole la criaturita a la tierna Lexie, quien observaba a la pelusita viviente con una ciega adoración.

-Nuestro-corrigió la humanoide, acunando al gatito contra su pecho-Dorian me lo regaló ésta mañana-

-Ah, que gusto...-rumió Frances en respuesta. Maldita sea, así que aquél martirio acababa de comenzar.

-¡Pero no venía solo!-se jactó Lexie, tendiéndole su huesuda mano blanca a la hermana de su esposo-¡Mira esto!-

En uno de los dedos de Lexie, una cegadora sortija plateada destellaba con intesidad. De inmediato, los ojos de Frances se abrieron como platos y rápidamente tomó la delgada y pequeña extremidad entre sus propias manos, apreciando mejor el delicado corte del diamante que traía engarzado el anillo de compromiso.

-¡No puede ser!-exclamó la hermana menor de Dorian-¡Es...! ¡Es...!-

-¡Es oficial!-gritó emocionada la novia-¡Vamos a casarnos! ¡Ahora sí!-

-¡Oh, Lex!-replicó Frances, enternecida hasta lo imposible-¡Estoy tan feliz por ti!-

-¡Lo sé!-chillaba la ruborizada humanoide-¡Y tú vas a ser mi dama de honor!-

-Faltaba más...-sonrió la pelirroja, abrazándose a su mejor amiga-Fue un regalo excelente-

-Exacto-suspiró Lexie-Además, me gustó el detalle: el gato lo traía colgando de su cuello en un pequeño listón-

-Sí, sobre eso...-expresó la novia de Tom Kaulitz, observando al minino diminuto-Tienes que cambiarle el nombre. Sinceramente, "Kitty" suena muy estúpido-

-¡Oye!-se quejó la recién comprometida, entre risas-¡Es un buen nombre!-

-Significa "gato" en inglés, Lex-insistió Umbrose-Vamos, escoge otra cosa más creativa-

-De acuerdo... ¡Se llamará "Rice"! Me encantaría que fuese "White Rice", pero eso ya está muy largo...-puntualizó la cuñada de Frances, riéndose.

-¡Eso significa "arroz"! ¡No seas ridícula! ¡No vamos a tener un gato que se llame "arroz"!-refutó la pelirroja, sabiendo que no haría cambiar a la esposa de su hermano de opinión.

-¡Es eso o Kitty!-espetó Lexie, abandonando la habitación con el diminuto Rice entre sus brazos.

Sentada en su cama con la pijama todavía puesta, la humanoide pelirroja supo que si quería salir viva de aquél día de pesadilla, tenía que mantenerse tranquila, pasara lo que pasara. Repentinamente, giró su rostro hacia el escritorio con el que contaba su recámara y para su sorpresa, se encontró con una pequeña cajita color aguamarina, la cual corrió a abrir, alegre. Allí, se encontraba el regalo que ella sí le había preparado a Tom y que pensaba darle con el resto de las cosas que había conseguido para él, esa misma noche. Mientras pensaba en todo esto, una notificación de su holocomunicador llamó su atención: era una llamada de Tom.

-¡Amor!-exclamó la humanoide de inmediato.

-¡Hola, cielo!-le contestó una voz que sonaba apurada-Oye, estoy aquí, comprando tu regalo, ¡así que no vayas a creer que se me olvidó, eh! Es sólo que... bueno, tuve un pequeño problema, ¡pero ya lo estoy arreglando!-

-De acuerdo, mi cielo...-respondió un tanto entristecida la criatura-¿Cuándo vendrás?-

-Lo más probable es que llegue por ti como a eso de las doce-le explicó su novio de manera burda-¡Porque te tengo una sorpresa!-

-¿De verdad?-replicó ella, entusiasmada por primera vez-Vaya, ¡me muero por saber qué es!-

-¡No tienes que!-expresó el músico-¡Andreas nos invitó a una cita doble! Está saliendo con alguien y dice que es totalmente imperioso que nos la presente, ¡dice que quiere que seamos los primeros en saberlo!-

-Ah...-musitó la pelirroja, sin compartir el apabullante entusiasmo de su novio-Claro... suena... perfecto. Estaré arreglada para cuando llegues-

-Si no es mucha molestia...-le pidió el guitarrista de manera dulce-¡Te quiero ver guapísima, eh! Aunque... bueno, ya lo estás; ¿Qué se le puede hacer?-

-Gracias, corazón...-contestó ella enternecida-Entonces... te veo a las doce-

-¡Ni un minuto más tarde!-se despidió él-¡Te amo!-

-Y yo a ti...-rumió desganadamente la decepcionada humanoide.


1 comentario:

Itzel dijo...

"-Oye, estoy aquí, comprando tu regalo, ¡así que no vayas a creer que se me olvidó, eh!" Ah, qué poquísima madre ¬¬