26 de marzo de 2012

Obscuridad



Obscuridad by Diana Harlu Rivera on Grooveshark 
 
 

A partir del fugaz encuentro entre Tom y Annya, las cosas comenzaron a marchar tremendamente mal. Para empezar, el grupo de amigos había quedado formalmente en ir a cenar, a su restaurante favorito juntos. En ese momento, tendrían tiempo para charlar apaciblemente acerca de la gira y sus pormenores; para aquél tiempo, Phoebe ya habría salido del trabajo y los chicos ya habrían desempacado sus maletas y descansado un poco; sin embargo, en su agitación por lo que acababa de sucederle, el mayor de los hermanos Kaulitz decidió cambiar los planes del grupo, poniendo únicamente sus intereses de por medio.

Argumentó vehementemente, primero a Frances y después al resto de su comitiva en una holollamada grupal, que lo mejor era salir a divertirse, a descansar. Alegaba, como quien pelea una cuantiosa herencia, estar cansado de andar encerrado entre hoteles y restaurantes y deseaba salir a algún otro lugar; cuando se le preguntó cuál era aquél otro lugar al que le gustaría asistir, ni tardo ni perezoso el guitarrista contestó con simplicidad: "The House me parece una excelente idea".

Reticentes, el resto del grupo se la pensó para aceptar el cambio de planes puesto que, si bien The House era un sitio que les agradaba bastante, ninguno de ellos estaba de humor como para andar soportando ruidos estridentes, música a todo volumen y al gentío que se juntaba diariamente en el establecimiento. De manera discreta, Gustav y Bill le insistieron al músico para que desistiera de sus planes, más no contaban con el hecho de que tanto Andreas como Hagen apoyarían la propuesta de The House, ansiosos ellos mismos por ir a pescar algo para la noche. A regañadientes, Bill y Gustav dieron su brazo a torcer, dispuestos a todo por pasar tiempo con sus amigos.

El problema en sí, era que el resto del grupo de los Tokio no sabía que a Tom no le placía ir a The House únicamente porque sí. De buena fuente, se había enterado a la salida de Elite que Annya estaría allí aquella noche en específico y en un intento de demostrarse a sí mismo que aún la traía a sus pies, quería toparse con la modelo. Mentalmente agotada por el día tan estresante que había tenido, Frances se rehusó a acompañar a su novio, alegando un dolor de cabeza intenso que no la dejaba ni moverse con normalidad; aunque para ambos, humano y humanoide, era evidente que la criatura no podía sufrir un mal así, no estaba en su naturaleza. Sin embargo, sumido en sus propósitos, Tom se retiró sin chistar, una vez que hubo dejado a su novia en el departamento que habitaba con su familia. 

Después de un rato de insistirle en que tampoco quería asistir, Bill también convenció a Alice de quedarse en casa, a pesar de las súplicas de la segunda por salir de casa, en un intento desesperado de no pasar tiempo a solas con su pareja, puesto que sabía que si se quedaban solos, tendrían que hablar y eso definitivamente no le apetecía a la pelinegra. Finalmente, el exhausto hermano menor de Tom y la novia de éste se quedaron en el departamento de los gemelos, dejando el campo libre para que Tom hiciese su santa voluntad. De último, Gustav y Phoebe también declinaron la invitación, alegando que los dos se sentían demasiado cansados como para salir. Gustoso, el mayor de los hermanos Kaulitz no protestó, aliviado al ver que no tendría chaperones encima de sí aquella noche.

-Ya conocen el código, muchachos-le advirtió Tom a Georg y Andreas una vez que pasaron por la estrecha puerta de entrada de The House-De aquí en adelante, somos totalmente desconocidos. A menos que...-

Atuendo de Annya
-Haya peleas, estemos demasiado ebrios, intentemos violar a alguien a causa de nuestra ebriedad, nos desmayemos o vomitemos-completaron los dos chicos que allí se encontraban-Entendido-

-Bien... la noche es nuestra, entonces-se jactó el guitarrista, internándose en la muchedumbre de hermosas mujeres, en donde inmediato localizó a la que iba buscando, ataviada con un vestido blanco de lycra que entallaba su delgada figura.

Instantáneamente, ella también lo vio; sin embargo, pretendió no notarlo a la par que fingía estar sumamente interesada en la aburrida conversación que se llevaba a cabo frente a su nariz, en el reducido y exclusivo grupo de modelos internacionales con el que se encontraba. En el instante menos esperado, una notificación de su holocomunicador llamó su atención y, sin necesidad de ver el remitente, supo de quién provenía el mensaje que acababa de llegarle.

"<<Hermosa>> es un término que se queda corto para describirte esta noche. ¿Qué te parece si nos juntamos en un privado? Por los viejos tiempos", se leía mientras el guitarrista de Tokio Hotel, discretamente, tomaba un lugar en el apartado VIP de la sala lounge, en el recibidor, acompañado por sus amigos quienes, enfrascados cada quién en lo suyo, ni siquiera eran conscientes de las miradas lascivas que el novio de Frances Umbrose le dedicaba a Annya Nikova.

"¿Y quién dice que ya son viejos tiempos?", le respondió la rusa al caballero que no dejaba de observarla de manera excesivamente posesiva. Con una disculpa vana, se retiró del grupo en el que se encontraba y sutilmente fue moviéndose entre la multitud de hombres y mujeres que se movían a su alrededor, pretendiendo que estaba buscando los sanitarios. El guitarrista, por su parte, hizo lo propio y sin decir una sola palabra se deslindó de su par de amigos para ir en pos de la atractiva muchacha de ojos verdes de la cual no podía apartar su atención.

-Cuánto tiempo...-expresó Tom Kaulitz, de pié frente a la cortina de terciopelo negro, que no permitía ver lo que había dentro del cubículo delante del cual se encontraban él y su ex novia, Annya Nikova.

-Te va a parecer una eternidad-le contestó la joven, tomándolo del cuello, mientras ambos se adentraban en el reducido espacio.


2 comentarios:

@ZaybetFrias dijo...

chinguesú... ya valió...

Scarlett Kaulitz dijo...

Lo mismo digo... Ya valió

Y se le va a armar bien y bonito al caliente este... Ya se me hacia raro tanta tranquilidad con Umbrose. Sí, porque faltaba la mendiga esta...

Que le rompan la suya. Que bien merecido se lo va a tener